Este año Halloween vino austero. Todo el tema fantasmas está muy recurrente para Fran, y no lo convence mucho. Claro que en una casa que siempre desbordó de disfraces, había que negociar, así que finalmente terminó vestido de diablito, por unos momentos, a pedido e instancias de su hermana, que estaba disfrazada de “chica-calabaza” y con su especial pedido de no demasiado festejo del día de brujas.
Pero lo cierto es que en nuestra familia festejamos Halloween desde hace muchos años, y de hecho Fran tuvo su primer disfraz de calabaza cuando tenía siete meses, que salió a upa de sus primos a cosechar caramelos a la casa de los vecinos (que habían recibido paquete, instrucciones, y coordinado el horario previamente).
Así las cosas, en tanto estos días estábamos muy complicados, sabía que no íbamos a tallar ninguna cara en ningún zapallo, así que al menos había que hacer un simple budín de calabaza. Y los encantamientos de la cocina express dieron muy buen resultado con Fran, y aquí va la receta del Budín de Calabaza.
1) Trozar, hervir, pelar y hacer puré una calabaza pequeña.
2) Mezclar el puré con una taza de azúcar orgánico (o diez cucharaditas de stevia) (más o menos a gusto)
3) Agregar dos huevos y 100 grs. de margarina (yo la derrito en el microondas)
4) Agregar una buena cucharada de bicarbonato, y una de canela, a gusto.
5) Agregar harina tres mezclas (dos tazas mínimo) (la consistencia tiene que ser homogénea, como cuando se hace una torta de paquete comprado).
6) Pasar margarina/harina por la budinera, poner la mezcla, y hornear 40 minutos a temp. moderada.
Y recordar, que el hechizo más potente para toda receta tiene solo dos ingredientes: ¡paciencia y amor!
Mucha magia para todos!
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